17 jul 2009

Imposibles


















En el libro de Lucia Etxebarria "Ya no sufro por amor" encontré este fragmento en el que de golpe me sentí reconocida:

"...No habia existido ningún impedimiento excepto en mi misma -prisionera de mis propios muros cambiantes, pendiente de visiones de lugares venideros y distantes-, en mi compulsión de perseguir imposibles, de engancharme sólo a lo que sabía con fecha de caducidad impuesta de antemano. Por una parte, no sabía vivir sin amor, pero, por la otra, necesitaba amar imposibles, como si yo no valiera lo suficiente para merecerme un amor abosoluto, sino solo condicional. Era como si me empeñase en perseguir el horizonte, siempre cercano pero siempre inalcanzable..."

1 comentario:

José Félix dijo...

Tan real, tan cierto y tan bonito :)